lunes, 14 de noviembre de 2011

Los Hermanos Marx o el equilibrio entre creatividad y captura de valor

Una vez escribió Groucho Marx; “Lo conseguíamos a base de andar a tientas, de probar, de apropiarnos de cualquier material que se presentara. Un día empecé a bromear y a andar de forma graciosa. Al público le gustó, así que lo incluí en el espectáculo. Solía probar un gag y lo dejaba si con él conseguía que la gente se riera. Si no era así, me olvidaba y usaba otro. Muy pronto tuve definido el personaje”.

Las actuaciones de Groucho -experimentadas hasta la perfección – eran consecuencia de muchos años de ensayo y error. Su comedia se modelaba en el mercado creativo y comercial (captura de valor) del cine y teatro. Algunas empresas crean y experimentan para poder plantear preguntas y respuestas. Groucho tenía una experiencia radicalmente opuesta; experimentaba para sobrevivir, una lección que muchos de nosotros deberíamos aprender.

Cuando el cine amenazó con la capacidad de experimentación -auge del cine frente a otros medios en directo – los Hermanos Marx pusieron en marcha el guión de Un día en las carreras. Lo llevaron al mercado creativo para aprovechar la comercialización porque si no la película podía ser un fracaso. Sabían que en el mercado del cine lo más importante era la captura de valor (beneficios) frente a la creatividad.

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Marmolejo, Jaén
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