Quiero compartir este segundo cuento que nos habla de la importancia de la paciencia en el desarrollo de la creatividad, no hay que desesperar en este campo, ya que es a largo plazo este proyecto, tenemos toda la vida para su desarrollo. Espero que os guste.


Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.Es tarea difícil convencer al impaciente que solo llegan al éxito aquellos que se mantienen en forma perseverante y coherente, y saben esperar el momento adecuado.De igual manera es necesario entender que en muchas ocasiones estarémos frente a situaciones en las que creemos que nada está sucediendo.Y esto puede ser extremadamente frustrante.En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y aceptar que -en tanto no bajemos los brazos - ni abandonemos por no "ver" el resultado que esperabamos, sí está sucediendo algo dentro nuestro: estamos creciendo, madurando.Quienes no se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.El triunfo no es más que un proceso que lleva tiempo y dedicación.Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.Un proceso que exige cambios, acción y formidables dotes de paciencia. Tiempo... Cómo nos cuestan las esperas.

Qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo agitado en el que vivimos....Perdemos la fe cuando los resultados no se dan en el plazo que esperábamos, abandonamos nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés....¿Para qué? Te propongo tratar de recuperar la perseverancia, la espera, la aceptación. Gobernar aquella toxina llamada impaciencia, misma que nos envenena el alma. Si no consigues lo que anhelas, no desesperes....quizá solo estés echando raíces...
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